La soledad de Alhama de Granada


Habéis de saber, amigos,
una nueva desdichada:
que cristianos de braveza
ya nos han ganado Alhama.
-¡Ay de mi Alhama!

(Romance de la pérdida de Alhama – Anónimo)

Si hay un lugar de la Península Ibérica en el que me siento más cerca de Latinoamérica, ese lugar es definitivamente Andalucía. Y son básicamente tres los argumentos en los que me baso: la mágica luz que se cierne constantemente sobre su cielo, su exuberante gastronomía y, la más importante, la alegría y proximidad de la gente.

Meses atrás descubrí un pequeño poblado que reforzó mi teoría. Era un viaje de prensa que realizábamos varios periodistas descubriendo casas rurales del Poniente de Granada. Nos tocó hacer parada en Alhama de Granada, un mágico pueblo perteneciente a la Provincia de Granada a los pies de la Sierra de Tejeda. En sus calles se respira a simple vista la historia que ha otorgado a Andalucía esa mezcla de tradición árabe y cristiana.


Siempre que viajo en grupo intento en algún momento perderme en solitario para descubrir algo mágico del lugar. En esta ocasión me adelanté en el recorrido que nos hacía el guía y en una de las calles del casco histórico me encontré con María. Una anciana sonriente de unos 80 años que iba camino a su casa, pero que ante mi extraña mirada de curiosidad, las decenas de fotos que hacía con mi cámara y maravillado por el momento que me regalaba Alhama, me miró a los ojos y me dijo:

¿A que te va a gustá mi pueblo? Es mi alma, mi pasión…lástima que está envejeciendo tanto que no sé si de aquí a unos años exista.

Y yo le expresé que me parecía que el pueblo estaba muy bien conservado como para desaparecer. Pero no se refería a eso, sino al rápido e inevitable envejecimiento de su población sin una natalidad suficiente como para asegurar una generación que herede el pueblo.

¡Sí hijo! Por aquí solo caminamos los ancianos y nuestros propios fantasmas alhameños, árabes y cristianos que vuelven del pasado.

María siguió sus lentos pasos por uno de los callejones susurrando una alegre canción y soñando quizás con ver todas esas calles llenas de niños que le ganaran la batalla a la soledad de alhama de Granada.

Y en ese momento recordé una frase memorable de mi amigo viajero Marc Serena: “Los viajes hay que medirlos por las personas que conoces y no por los kilómetros…«

Una ruta de paradores por Andalucía

Desde que conocí Sevilla y Granada he quedado siempre maravillado con la alegría de los andaluces, pero también de laos increíbles paisajes y esa luz única del sur de España. Desde hace algunos meses, cuando hice un viaje por el Poniente de Granada, decidí organizar un recorrido más profundo por Andalucía. Organizando y organizando el viaje he descubierto los increíbles paradores nacionales en los que uno se puede alojar en esta región y practicamente en toda España en general.

Para los que no saben lo que es exactamente un parador turístico, se trata de un concepto de hoteles de alta categoría creado en 1928 por una empresa estatal española llamada Paradores de Turismo de España, S.A. y la idea básicamente fue y sigue siendo aprovechar edificios ubicados estratégicamente en algún paraje de gran belleza o poblaciones cargadas de historia, cultura y arte.

En la organización de mi viaje he decidido realizar una ruta que partiría en Granada hasta llegar a Cádiz. Por su ubicación, belleza arquitectónica o servicios ofrecidos he decidido escoger los siguientes paradores nacionales:


Parador de Granada

Antiguo convento del siglo XV construido por decisión de los Reyes Católicos, aún así tiene rasgos árabes cristianos que le hacen más especial aún. Algunas de sus habitaciones tienen vistas sobre el Generalife, los jardines de Secano y el Albaicín. Lo más interesante y apetecible es el comedor ubicado en una terraza y en el que su especialidad es el gazpacho andaluz, la tortilla de Sacromonte o los piononos de Santa Fe.


Parador de Málaga Gibralfaro

Lo mejor que puede ofrecer este parador es su espectacular vista hacia la Bahia y la ciudad de Málaga. Está ubicado justo sobre el monte Gibralfaro y frente a la Alcazaba. Este parador se diferencia al de Granada porque quizás no por su espectacularidad, sino por sus excelentes instalaciones en las que se puede disfrutar de actividades deportivas (Golf y tennis, por ejemplo), además del alto nivel de comodidad y confort. ¿Fritura de pescaítos a la malagueña? Allí mismo nos lo pueden servir, con Málaga a nuestros pies.


Parador de Ronda

Debo confesar que la vista aérea de este Parador me genera mucho vértido. Se tratade una antigua Casa Consistorial que data del año 1761, ubicado justo al lado del Puente Nuevo de Ronda lo cual le permite hacer alarde de una increíble vista sobre el río Tajo.  La perdiz estofada, el cabrito asado, el conejo a la rondeña, la sopa de almendras, el ajo blanco o el salmorejo son alguna de las especialidades de su cocina.


Parador de Cádiz

Perfecto para terminar el recorrido por Andalucía, con opción a ir a la playa, pero también para conocer la provicia: Ruta de los Pueblos Blancos, Ruta del Toro, Ruta del Vino y los pueblo pesqueros de la zona. Está ubicado en el casco histórico monumental de Cádiz, junto al Parque Genovés y con vistas sobre la Bahía Gaditana. La fritura gaditana, la urta a la roteña, la dorada de estero y el tiburón de Cádiz son una de las especialidades gastronómicas de este parador.

Tour rural por el Poniente de Granada


Andalucía ha sido una de las regiones españolas que aún conozco muy poco. Hasta ahora sólo había tenido la oportunidad de conocer Sevilla, ciudad que he tocado ya en tres ocasiones y nunca me ha dejado indiferente. Sin embargo, uno de los lugares más atractivos para mí ha sido siempre Granada. La semana pasada nuestros amigos de Homeaway.es nos invitaron a conocer esta región, pero desde un punto de vista diferente. Granada, la ciudad aún se me resiste, es un viaje pendiente, pero sus pueblos de alrededor, deniminado El poniente de Granada, ahora los conozco como la palma de mi mano gracias este corto, pero intenso viaje.


El Poniente de Granada representa la última frontera de Al-Andalus, así como también la última presencia árabe en España conformado por el reino nazarí de Granada. Es por eso que la estructura y característica de sus pueblos mantienen un origen árabe inconfundible: restos de antiguas alcabazas, castillos, torres de vigilancia y  a su lado construcciones cristianas que recuerdan la victoria sobre el Islam. Son impresionantes poblados situados en las faldas de colinas, paisajes llenos de olivares y almendros.


Esta región posee una situación geográfica inmejorable para conocer el resto de Andalucía: Sevilla, Córdoba, Ronda, Costa del Sol, Cuevas de Nerja o la Sierra Nevada, además de la ciudad de Granada. Pero lo que yo más destacaría de el Poniente de Granada son sus pueblos que a su vez son centros históricos de gran importancia: Loja, Montefrío, Moclín, Íllora y Alhama de Granada. Este último lo conocimos muy a fondo y definitivamente merece un post aparte.


Durante el recorrido que hicimos, pude constatar dos aspectos inmejorables de la región: su exquisita e inolvidable gastronomía y los alojamientos rurales de gran calidad. Te recomiendo ampliamente la comida del restaurante rural El Ventorro y específicamente los postres llamados «Tocino de cielo» y su Bienmesabe. También el restaurante del Hotel Rural La Paloma, que ofrecen comida típica granadina, pero sus dueños son italianos y sirven un tiramisú difícil de olvidar.


En cuanto a los alojamientos, destacaré cuatro casas rurales que poseen diferentes características o tamaños y que conocí durante el viaje:

Caserío El Pozo. Ubicada cerca del municipio de Huertor Tajar. Capacidad para 10 personas.

Molino Los Justos. Ubicada cerca del municipio de Fuentes de Cesna. Capacidad para 25 personas.

Cortijo El Morrón. Ubicada cerca del municipio de Fuentes de Cesna. Capacidad para 6 personas.

Cortijo La Presa. Ubicada cerca  del municipio de Lagunillas/Priego. Subbética  cordobesa. Capacidad para 30 personas.


Para reservar alguno de estos y otros establecimientos rurales en el Poniente de Granada puedes hacerlo a través de Homeaway.es, plataforma online para alquiler de apartamentos de vacaciones.

Granada, el reino de los suspiros

Victoriano Izquierdo

Granada. Foto: Victoriano Izquierdo

Cuenta la leyenda que cuando el Rey Boabdil fue expulsado por los Reyes Católicos del Reino de Granada sufrió una gran depresión por haber perdido lo que consideraba un paraíso terrenal. Camino hacia la costa granadina Boabdil no paraba de voltear, mirar atrás y contemplar su reino perdido. Lo hizo acompañado de su madre e invadido por el llanto, mientras ella le decía: «llora como una mujer, lo que no supiste defender como un hombre».

Ese lugar donde Boabdil lloró la pérdida de su reino es conocido hoy en día como «El suspiro del moro», un lugar que se abre como un escenario que muestra toda la ciudad de Granada y la Alhambra en todo su esplendor.

«Graná» – como la llaman sus habitantes – es en la actualidad uno de los destinos turísticos más visitados de España. Además del inolvidable espíritu del gran poeta Federico García Lorca en ella habita el monumento más visitado del país y patrimonio cultural de la humanidad: la Alhambra.

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"Los granainos somos gente con gracia y alegre"

Para conocer un poco más sobre este destino, quisimos recorrerlo a través de la visión de Victoriano Izquierdo, granadino y fotógrafo internacional que con apenas 18 años ha logrado posicionarse como uno de las promesas españolas en el mundo de la fotografía. Actualmente Victoriano colabora con el periódico Ideal de Andalucía, la agencia The Wideangle y diversas publicaciones nacionales e internacionales, además es editor del blog Xakatafoto.

Cuando escuchas la palabra «Graná» ¿Cuál es la primera imagen que llega a tu mente?

La vista del balcón de mi casa: ciudad, albaicín, Alhambra y Sierra Nevada.

Naciste y creciste en Granada ¿Recuerdas la primera foto que hiciste sobre la ciudad?

Pues creo que la hice en la Fuente de las Batallas, pero no sé dónde estará ahora esa foto.

¿Cuál ha sido, según tu criterio, la mejor foto que hayas sacado de Granada?

Eso si que es difícil. A mí me gusta bastante esta imagen del río Genil.

Rio

Río Genil, Granada.

García Lorca se molestaba cuando lo consideraban un gitano…a tu corta edad has recorrido mucho lugares e incluso has vivido en otros ¿Qué tan fácil es para ti alejarte de tu Granada?

Es fácil porque tengo la sensación que aunque me aleje mucho siempre estaré conectado a ella como por una goma elástica que me hará volver. Es una ciudad fantástica y te das cuenta de ello precisamente cuando sales al mundo. Tenemos un clima, un cielo, una montaña, una playa, el monumento más visitado de España, pero sobre todo una gente como ninguna otra.

Gazpacho, pipirrana, habas con jamón, las migas, el choto al ajillo, el jamón de Trevélez…¿Qué comida echas de menos cuando sales de Granada?

Todas las que has nombrado menos la pipirrana y el choto al ajillo. Pero el crimen mayor cuando estoy fuera es que pidas algo de beber y no te pongan tapa, eso aquí es una institución sagrada. Cuando de pequeño me enteré que eso sólo se hacía por aquí, no lo podía creer.

¿Más allá de la Alhambra qué otra maravilla o rincón debemos conocer de Granada?

¡Uff…muchísimos! Una vuelta por el Albaycín, paseos por Gran Vía, Plaza Nueva, Reyes Católicos, Puerta Real, Batallas, Carrera de la Virgen, Paseo del Salón, las Pasiegas Gran Capitán, San Juan de Dios Recogidas y hasta la feura arquitectónica del Camino de Ronda y Pedro Antonio de Alarcón no se deben dejar de ver.

¿Cuáles son las tres características básicas que definen a un granadino?

Malafollá, cabezonería y gracia. Lo de la malafollá es sabido por media España y responde al carácter del granadino medio; a una forma de ser áspera con el prójimo. La cabezonería está referida a que cuando creemos que llevamos la razón da igual que alguien trate de contradecirte con argumentos serios, tú morirás por defendiéndola, rectificar es de mariquitas. Y gracia, a pesar de las otras formas del carácter tan toscas, los granainos somos gente con gracia y alegre. La gente sonríe y resta importancia a las cosas con facilidad.

Un soundtrack para Granada ¿Cuál sería?

Granada, de Agustín Lara. Es una gran canción.

¿De qué color es Granada?

Graná, por supuesto. Como la fruta, como la Alhambra al atardecer y como los calzones que se llevan al conmemorar el día de la Toma.