Teatro Solis, Montevideo.
"Montevideo sabe a ¡bizcochos calentitos!"
¿Qué tanto conocemos de Montevideo, la capital de Uruguay? Tal vez sólo aquello que aparece en las guías de turismo o por cortas referencias de algún viajero que tuvo la suerte de detenerse. Montevideo impacta por su mezcla de melancolía y modernidad y cómo interactúa lo antiguo con lo nuevo.
Para conocer un poco más sobre esta asombrosa capital latinoamericana, conversamos con el fotógrafo Luciano Giordano.
Luciano, desde tu punto de vista, ¿qué es lo que más te gusta de Montevideo y por qué crees que es una ciudad que todo viajero debería visitar?
Creo que más allá de la ciudad, lo mejor de Montevideo, y sobre todo de nuestro país, es la calidez y amabilidad de la gente. Creo que ese es el mejor valor que tenemos. Con respecto a Montevideo, a pesar de que en 30 minutos uno puede atravesar completamente la ciudad, tiene muchísimas cosas para ver y conocer. Dentro de las típicas para los turistas se encuentra la Ciudad Vieja, el centro de Montevideo, el Prado (no tan visitado por los turistas o al menos no se ven tanto por allí); pero ninguna de estas es mi parte favorita de Montevideo. Mi favorita es la rambla portuaria, que se extiende desde el puerto, en dirección oeste, hasta las rutas de acceso a la ciudad. El contacto con el mar, los hermosos atardeceres, la tranquilidad del lugar y lo raro de las barracas semi abandonadas, contrastado con el movimiento del puerto y la Torre de las telecomunicaciones con una estética muy moderna, hacen de este un lugar de contrastes muy especiales.
La Rambla
Hay muchísimas, y creo que a mí todavía me quedan por descubrir. Pero nadie podría o debería dejar de: tomar una grappa o caña con gustos (recomiendo la caña con pitanga, ¡es genial!) en el bar de El Prado llamado «Los Yuyos», comer un rico asado «de tira» en la parrillada «2 patos» (en su defecto, para quienes quieran algo más pintoresco y turístico, puede ser en el «Mercado del Puerto», aunque se paga casi el triple o más), escuchar tango y tomar «uvita» un jueves por la noche en «Fun Fun», comer panchos en «La Pasiva» acompañados de su típica mostaza o un buen «Chivito Canadiense» y tomar mate al sol un domingo en «El Rosedal» de El Prado.
Se dice que Montevideo está entre el pasado y el presente. ¿Qué tanto concuerdas con esa afirmación?
Creo que está más cerca del pasado que del presente; está muy avejentado Montevideo; por un lado es muy pintoresco por lo que se ve en barrios de la ciudad, pero por otro lado a veces da la sensación de «quiero más». Aunque debo reconocer que me gusta como la ciudad se conserva fiel a lo que siempre fue, reciclando y remodelando las casas – por ejemplo en el barrio Ciudad Vieja – pero manteniendo el estilo en el que fueron construidas. Podría encarar esta pregunta con un tono un poco más de país, pero sería un rollo innecesario.
Usaste una palabra que nos hace pensar o imaginar una ciudad diferente al resto: »pintoresco». ¿Qué otras cosas pintorescas ofrece Montevideo y que le dan un toque definitivamente especial?
Creo que lo pintoresco está por el lado de la gente, la cultura, el barrio, las cosas de la calle; aunque hay cosas muy pintorescas en todos los sentidos: por ejemplo el «Mincho» Bar, que ahora está cerrado por desgracia, es un lugar muy pintoresco, el barrio «Reus», con sus casas antiguas pintadas de todos colores, o a lo más simple y fácil de encontrar: cualquier bar de cualquier barrio, donde los ancianos se juntan a jugar al casín y beber algo; o pensar que en una ciudad capital aún hay barrios muy céntricos en los que los pibes juegan a la pelota en la calle. Eso me parece muy pintoresco: nuestra cultura.
Torre de Antel
Montevideo da la sensación de ser una ciudad apacible, en la que se puede vivir, una ciudad gentil en resumidas cuentas. ¿Crees que es así?
Creo que como toda ciudad capital de este mundo, es una ciudad de muchos contrastes; en cualquier parte del mundo si te metes en un mal lugar probablemente veas cosas o te pasen cosas que no hubieras querido. Pero sí, es una ciudad muy tranquila. En general en todos los barrios las personas se conocen, y la gente es muy compañera y solidaria. Creo que definitivamente es un muy buen lugar para vivir.
Como toda buena ciudad, Montevideo es también un viaje por los cinco sentidos.
En tu opinión:
¿A qué huele Montevideo?
Huele a café con leche en la mañana.
¿Qué es lo más palpable?
Lo más palpable creo que es la calidez de las personas.
¿Qué sonido relacionas con la ciudad?
Lo relaciono (o será que es lo que más escucho desde la ventana de mi apartamento) con el cantar de los pájaros.
¿Qué es lo más vistoso?
Lo más vistoso creo que es la Ciudad Vieja, la peatonal Sarandí, más específicamente.
¿A qué sabe la ciudad?
La ciudad definitivamente sabe a ¡bizcochos calentitos! (de queso claro está).
El descanso...
Enlace de interés:
http://ww.welcomeuruguay.com
http://www.baarfunfun.com/
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